Iñaki Gabilondo y el cirujano que se lava las manos

Los casi cincuenta años de carrera han curtido a Iñaki Gabilondo como uno de los profesionales del periodismo con más influencia en España.Su paso por la dirección de algunos de los programas de radio más exitosos como Hora 25 u Hoy por Hoy han fraguado una perspectiva privilegiada de la situación del oficio en España. Además de conocer de primera mano la radiografía interna, los cimientos de los medios en la actualidad, su recorrido le ha servido para contrastar y poner en valor sus consideraciones éticas sobre el trabajo del periodista, asumiendo de esta forma un compromiso con su labor en la sociedad. En el libro El fin de una época Gabilondo plasma todo en ello en una serie de reflexiones que ahondan en el papel casi degenerado que ha asumido el mundo informativo en la actualidad.

Gabilondo define a la perfección su posición respecto a las prácticas de los profesionales en los medios con el siguiente símil: “Nadie logrará nunca que un cirujano no se lave las manos […], no importa lo que pase en el hostipal, su trabajo siempre se desarrollará de ese modo”, defiende. Por contra, el autor critica que no existen convicciones de tal calibre en el periodismo que salvaguarden la profesión con un código ético, cívico y profesional que lo alejen de las malas prácticas. Al igual que los cirujanos se lavan las manos para no infectar al paciente, los informadores deberían estar obligados a contrastar sus fuentes o a poner una barrera ante los contenidos sensacionalistas.

La tesis central del libro radica en que la crisis que atraviesa el periodismo es más una cuestión de planteamiento profesional que una tecnológica o empresarial. Todo el mundo parece basarse en estos dos aspectos para explicarla y, pese a los obvios cambios de paradigma que ha supuesto la revolución digital y las dificultades de las empresas para buscar rentabilidad, todo ello no configura más que un contexto de la situación. Gabilondo insiste en que lo que determina de verdad el análisis de la situación es lo que se cuenta en los medios, la imagen de la realidad que se transmite, que es al fin y al cabo el objetivo y la razón de ser del periodismo.

Como cuenta Gabilondo, resulta realmente preocupante que todos los telediarios ronden siempre sobre las 10 o 20 mismas noticias y sean todos tan parecidos. Esto es síntoma de la mecanización de un trabajo trabajo que ha estrechado su propio horizonte a proposito. Los desencadenantes de esta situación son múltiples y de la más variada naturaleza, pero El fin de una época es un libro que funciona como un reclamo vocativo para que el primer paso para cambiar las cosas sea el del periodista. En él se basa la responsabilidad de contar. Pese a todo, él es el que tiene las herramientas a su disposición por muy oxidadas que estén o escasas que sean.

En el libro se encuentran las siguientes citas que pueden servir como referencia para enmarcar este análisis

“La materia prima de la información y del conocimiento no depende de las cosas que suceden sino de quién las cuenta”

“La labor de un periodista ha de ser la de discernir, de entre todo lo que sucede, cuáles son las cosas que merecen ser entendidas”

“El periodista ha pasado de ser un liberado de la sociedad para vigilar al poder a creerse un liberado del poder para vigilar la sociedad”

“Al disertar sobre cómo serían las empresas del futuro, no se contempla en ningún momento qué y cómo hay que contar las cosas. A las empresas hace mucho que no les preocupa el saber qué han de contar”

“la lógica de las redacciones está siendo sometida a la lógica del generente”

“El periodismo debería desarrollarse de acuerdo a unos parámetros intocables que protejan al periodista y que funcionen como reducto defensivo”

“Cada periodista debe contruirse un parapeto propio para que la profesión en bloque se contruya uno”.

“El periodismo está viviendo una verdadera transición de una época a otra,la muerte de un ciclo y el nacimiento de otro”

“Existe un segmento de personas que acude al periodismo con objeto de confirmar sus propios puntos de vista. Es casi como una misa que por la mañana -se oficia sobre todo por las mañanas- acoge a gente para concelebrar con los suyos el encuentro natural en el que comulga las verdades que ya sabe”

La lucha contra las circunstancias

Los periodistas no debemos ser convalecientes ni sucumbir sin más a las reglas que nos dictan personas que no ven más allá de los balances de la empresa. Por encima de todo debe estar nuestra posición profesional. La repercusióin social del periodismo debería exigir la excelencia, el respeto y la honradez. Los periodistas generan la imagen del mundo que recibe el ciudadano y tal tarea no puede estar exenta de responsabilidad. Cualquiera es libre de aceptarlo como de hacer oídos sordos y seguir en el juego. Pero tantos años ya perdiendo una y otra vez debería hacer ver al colectivo que el camino no es el correcto.

Entrar en el juego, además, ha conllevado una depreciación del colectivo y su labor que limita todavía más las aspiraciones de encontrar soluciones a la situación. ¿Cómo vamos a exigir colegiar la profesión cuando somos una de las menos valoradas en las encuentas? ¿Qué fuerza podemos tener? Si hay gente que desconfía de nosotros, no habrá presión para exigir nada.

Como afirma Gabilondo, nos debemos al que recibe, es decir, al público. Si las empresas no piensan en ellos habrá de ser el periodista. Aunque parezca mentira, el margen de de maniobra en del redactor en su trabajo continúa siendo amplísimo. Pero requiere esfuerzo. El ejemplo de Gabilondo debe servir para asumir los valores de la profesión e imponerlos con las herramientas que podamos. Es más, debe ser una inspiración, dejando de lado por supuesto consideraciones ideológicas. Da igual si es en una televisión, una radio o un blog. Si queremos informar nuestra responsabilidad debe prevalecer siempre.

Ficha Técnica 

Título: El fin de una época. Sobre el oficio de contar las cosas

Autor: Iñaki Gabilondo

Editorial: Barril & Barral

Primera edición: Septiembre de 2011, Barcelona

Número de páginas: 174

Precio: 8,95 €